El Sabado siguio nevando toda la noche y al amanecer, todavia estaba nublado. El viento que hacia, era muy fuerte. Nos lo tomamos con calma, para ver si paraba un poco y acababa de despejar, pues la prediccion era de cielos despejados para el Domingo. Hacia las 9 am, ya decidimos cambiar de planes. En el Refugio de Lizara, el viento levantaba la nieve fresca y las rafagas eran bastante fuertes: parecia arriesgado, intentar subir para arriba. Recojimos las cosas del